Historia de la radio: Real Unión – Arenas Club
Domingo a las 17:00. El
sol comienza a perder fuerza en el horizonte en medio de una neblina
carente de calidez. La luz que entra por la ventana se fusiona con el
color castaño de los afortunados árboles a los que aún quedan hojas y no
se encuentra desnudos por gracia invernal. El húmedo césped sobre el
que hace sus necesidades el bichón maltés de tu vecino brilla evocando
los recuerdos de tardes lejanas con olor a linimento y puritos (¡Pepe, un purito!).
Aquellas tardes de domingo tras la comida familiar donde la sobremesa
se realizaba a escasos centímetros de una valla metálica que te separaba
de tu obsesión con el sonido de los transistores anunciando un gol del Cádiz en el El Plantío siempre presente. El fútbol a las 17:00, como mandan los canones.
No podía existir un mejor horario para el Real Unión de Irún – Arenas de Getxo que se disputa este domingo 19 de Noviembre en el mítico Stadium Gal.
Desde el desconocimiento histórico el partido solo supone un
enfrentamiento entre el undécimo y decimotercer clasificado del grupo “patxaran”
de la Segunda B española. Salvo por el hecho de que se enfrentan dos
clásicos de nuestro fútbol venidos a menos a medida que el
profesionalismo se adueñaba del fútbol. Dos clubes que acumulan un total
de cinco Copas del Rey y once temporadas entre ambos en la Primera División
de nuestro fútbol. Dos clubes en blanco y negro que en su día fueron
los precursores del transistor que ha acompañado cada tarde de domingo
en color. Porque con el Real Unión y el Arenas comenzó la íntima relación entre la radio española y el fútbol. El sonido inconfundible.
En los túneles de Highbury el joven periodista George Allison dialoga en penumbra con un par de trabajadores del Arsenal. Allison es el encargado de realizar el mítico “programa de partido”
que por entonces, y aún hoy en día, se entrega al acceder a los
estadios ingleses. Bajo la parpadeante luz de una bombilla dialoga con
ellos sobre el intenso frío que hace en Londres en ese mes de Enero y lo
complicado que resultará a algunos aficionados asistir el domingo al Arsenal – Sheffield United.
Aparece el encargado del campo dispuesto a arreglar la bombilla bajo la
que se encuentran Allison y compañía. Entonces surge la idea. Allison
se marcha a casa.
Al día siguiente aparece por las oficinas de Higbury con una idea revolucionaria. Aprovechando las recién nacidas ondas de la BBC
Allison plantea retransmitir un encuentro de foot-ball a través de la
radio. “Estás completamente loco”. Pero insiste. Tanto que finalmente
aceptan. El honor de la retransmisión recae en Henry “Teddy” Wakelam, popular jugador de rugby de los Harlequins, acompañado de C.A. Lewis,
que se iba a encargar de precisar la zona del campo en la que sucedía
la acción del partido en cada momento. ¿Cómo?. A través de un sistema
ideado previamente por el productor de la BBC Lance Sievelking consistente en dividir el campo en cuadros designados por un número. Para ello, el suplemento “Radio Times” y varios periódicos publicaron en sus páginas el siguiente cuadro:
La transmisión fue un éxito, aunque solo se pudo oír en Londres a través de los aún escasos aparatos de radio. Una semana después se repitió el experimento en un Corinthians – Newcastle
de Copa. Hasta final de temporada fueron varios los partidos radiados,
por lo que la final de Copa era un acontecimiento de obligado
seguimiento para el que Allison se reservó el privilegio de retransmitir
aprovechando que jugaba el Arsenal. No tuvo suerte. El Cardiff City ganó aquella final por un error del portero (galés, precisamente), Dan Lewis. Era el mes de Mayo de 1927.
A casi 1.000 kilómetros de distancia el Arenas Club de Getxo y el Real Unión de Irún eliminan en semifinales a F.C. Barcelona y Real Madrid respectivamente. La final se disputaría en el campo de Torrero
en Zaragoza. El partido había levantado enorme expectación, por lo que
la Unión de radioyentes vizcaínos se pusieron en contacto con la Unión
Radio de Madrid solicitando la retransmisión integra del encuentro por
la emisora del Carlton. En las notas de prensa de la época se destaca la
retransmisión “de todas las incidencias del encuentro explicadas justo en el acto de su celebración” o “Es decir, el partido se oirá como si se viera”.
Se instalan altavoces en diversos lugares públicos de Bilbao
(bares, campo de Ibaiondo, Plaza de las Escuelas, Clubes Náutico y
Marítimo, etc.). Días después Unión Radio Madrid anuncia tambien la
retransmisión del encuentro, a la que se une lógicamente la emisora de
San Sebastián. La expectación y nervios propios del encuentro se
extienden más allá de los confines de un estadio y por vez primera las
miradas no se dirigen a un balón sino al infinito, dejando fluir la
imaginación a través de esa magia a la que solo la radio puede
transportarnos. Y como si el fútbol quisiese ser partícipe de esa magia,
el partido disputado ante 16.000 espectadores finaliza con 0-0. Es
tiempo de prórroga. Nuestra primera prórroga.
En ella, el Real Unión de los Regueiro, René Petit o Emery se impone al Arenas merced a un gol conseguido a tres minutos del final de la prórroga por José Echeveste,
desatando la euforia tanto de los aficionados irundarras desplazados a
la capital maña, como de los miles de aficionados que pudieron imaginar
aquel balón besando las redes. “Gol en Torrero” como previa al mítico “Gol en Las Gaunas”.
Los diarios de la época describían así el hecho histórico: “Los
aparatos instalados por Radio Internacional, permitieron anteayer a
miles de aficionados seguir sin perder detalle todas las incidencias del
partido de Zaragoza”. “La noticia del triunfo del Real Unión
sobre el Arenas fue acogida con general consternación. La animación en
las calles se prolongó hasta las últimas horas de la noche”. Era la
última final de Copa a la que llegaban ambos clubes. Desde entonces, la
radio no ha dejado de crecer hasta convertirse en el motor de la
ilusión de cada domingo. Mientras tanto, Real Unión y Arenas Club aguantaron a duras penas en Primera la década de los 30 hasta que en 1935 el Arenas descendía a Segunda para no volver jamás.
Era Abril de 1935. ¿Sabéis que pasaba a 1.000 kilómetros al norte mientras tanto?. Un tal George Allison, que había tomado el relevo del mítico Herbert Chapman un año antes, se proclamaba campeón de Liga con el Arsenal. Su Arsenal. Sonaba entonces el himno victorioso del Arsenal por la BBC. Su radio.
Fuente: http://www.diariosdefutbol.com
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